Ese tu encanto impecable
hecho de regios hechizos,
con esencia cristalina
muy lentamente seduce,
pues tu figura reluce
con magia sacra y divina.
Labrada en fina obsidiana
de Helena tienes sus dones
con tu vaivén esplendente.;
despiertas brutal deseo
y quiero ser Prometeo
robando tu fuego ardiente.
Siento palpitan mis venas
cuando te encuentro en la calle
caminando tan airosa;
pues tu paso tan elástico
tiene el origen orgiástico
de la mas soberbia diosa.
Bella, sensual atrayente,
te penetras por mis poros
cual la Venus de Ticiano;
pues tu perfecta silueta
lleva aroma de violeta
de algún jardín parnasiano.
No se compara con nada
de auras celestes vestidas
tu fresca y grácil figura;
donde se nota el vestigio
de ese glorioso prodigio
que dio a tu cuerpo Natura.
Vivo por ello prendado
lleno de gran frenesí
por tus magnos atributos;
y con anhelos inquietos
quiero entregarte completos
de mi vida sus minutos.
Autor: Aníbal Rodríguez.