Es menester para mis futuros poemas,
decirle que no me duele que mire
a otros ojos,
como miró a los míos;
mucho menos que quiera a alguien más,
como lo hizo conmigo.
Hemos sido un amor fugaz,
donde me consuela el hecho
que la rapidez de lo nuestro,
fue tenaz,
y que yo no perdí a quién querer;
porque estoy seguro
que voy a letrar otros ojos,
besar otros labios,
para crear versos hermosos.
Y es que usted,
verso fugaz de mis poemas
de amor más rápidos,
me ha enseñado
lo vital en el querer,
que es diferente gritar amor,
que practicarlo y procurarlo a él.