Raiza N. Jiménez E.

Te Confieso. -

Después de acariciarte en mi regazo:

me alejé de tu lado en un triste día.

Iba pensando si tu ausencia me mataría.

Mi fantasía de amor, fue un ave de paso.

No sé porqué tenía que dudar de ti

y muy temprano vislumbrar el ocaso.

En ese corto tiempo, te amé, no te mentí

****

Creí mirar a través de tus ojos la falsía,

¿Acaso no era sincero tu fuerte abrazo?

¿No era real el llanto que de tus ojos fluía?

¿Era falso tu placido refugio en mi regazo;

y no era real el llamarme “amada mía”?

****

Sé que fui contigo injusta luz de mi vida.

Sé que, ante ti y la vida, me sentí presa.

Perdóname por adelantar mi partida.

No quise darte tan pavorosa sorpresa.

****

Vengo a ti, quiero saber si me has perdonado.

Hoy el remordimiento me obliga a confesar;

sé qué por dudar de ti, yo te he ultrajado…

Sin embargo, no puedo tu decisión violentar.

****

Hoy regreso a ti, no sé si me has olvidado.

Sin embargo, tomé valor ya que quería verte;

quería decirte que yo siempre te he amado.

Tú sabes, que nunca no he dejado de quererte.

****

¡Solo puedo decirte que yo te amo con locura

y qué guardo intacta para ti, toda mi ternura!