Quisiera empezar gritando
cantando mis esperanzas
en este mundo alocado
donde cosas nuevas llegan,
pero no se sabe bien
si es decente lo que pasa
o es algún tormento raro
recorriendo la añoranza
de dominar mis deseos
para que alcance mi calma.
Quisiera seguir gritando
de la noche a la mañana,
lo haría todos los días,
con lluvia, nieve o escarcha
mientras espero encontrarte
con el tiempo que me falta
para escribir algún verso
que me salga a la marchanta,
si es que nadie me pregunta
por qué no pido clemencia
cuando escribo rimas raras.