Romey

A los séquitos escondidos

Al extremo de la catarsis dado

en una zona inhóspita y vacía

rizo mi alma en este sagrado día

con una sonrisa inmaculada

y me bautizo en tal esencia divina

que cae del cielo yovida aquí

donde las sombras de aquel pasado

sanan mis estigmas como el canto

que recito para mí silencioso

evocando el precioso paraíso

que pronto nos será destinado

a nosotros que blandimos la espada

de la esperanza contra todo mal

y vencemos cualquier amenaza

aun estando en completa soledad

Ávido dador de vida óyeme musitar

estas palabras que yoro yo para nadie

solo con el aire que me acompaña

y yeva avante mi realidad soñada

fluyendo en el río en el cual me baño

insomne e inmune al daño viyano

porque voy volando alto en mi nube

prendiendo luz donde ya oscurece

la virtud que ni la muerte corromper puede

Vedme arder en Dios si lo conoceis

o creeis tener fé en quien amor os dió

para hacer nacer el Sol y siempre ver amanecer

aunque quieran quitaros vuestros ojos

Sabed sereis despojados del dolor

y salvos sereis eternamente 

del mal ingrato cautor que la mente somete

mediante encantos que a bien son

pues no hay pecado en mi intención

al dotaros de voz y razón coherente

Aéreo albedrío el mío liberado

del deseo físico que pierde al humano

me empuja hacia el origen de lo terrestre

imaginando un mundo nuevo incipiente

en cada hierbajo que del suelo crece

hasta hacerse flor mirando el cielo este

que tenemos encima yeno de tanta vida

que esplende y en el germina la alegría

de los séquitos angélicos ciertamente

y en mí tambien que soy desde hoy su jefe

como fuí antes de caer mi sangre fría

con gran valentía por probar el fruto prohibido

así sintiéndome igual al Dios que de sí me hizo

en una arranque de ira venenosa sombra de él mismo

Un juego para niños dichosos

que pretenden ser dioses

y coordinar este y otros cosmos

es el amor que os presento ahora

mientras la noche deviene acuosa

por lo triste de ser felices como somos

al rimar la infantil brisa de esta risa

con la gracia que nos donó el de arriba

cuando formando los vientos 

descubrió un fuego dentro de eyos

y decidió según su deseo

forjar estreyas y briyos etéreos

que a nuestros ojos son tan beyos

Y yo que he renacido de entre rayos

sigo buscando aun cuando he encontrado

el infinito profundo oculto en el abismo

que hay dentro de cada uno

Entanto escribo en alma subo

y medito sobre el destino del mundo

Junto mis manos y rezo al Sol

que hoy está detrás del gris humo

porque intuyo su decisión

de velar por la Luna y su prodigio

que es la magia de estar vivos

bajo una yuvia que cae al vacío

como al mar bajan los ríos

Descuida un momento breve

la estricta arquitectura del verso

para que este se aleve en ligereza

y se ajuste a la medida del pensamiento

Omite la prisa y la calma ya mismo

y entenderás el sentido de tu alma

Hechízate antes de dormirte tranquilo

pero nunca desistas en tu tarea

que de recomponer tu poder se trata

despues de haberte destruido

y perdido el equilibrio hayarás paz

en ser todo pues nada mas hay

que tu atormentado espíritu

entronado sobre el caos primordial

bendecido para ordenarlo en soledad

A veces me pregunto

qué es todo esto que digo

y por qué motivo partido

estoy entre lo lúcido y lo oscuro

Y tan íntegro que sigo

siendo el vínculo del dúo

en mi cuerpo vehículo

del divino espíritu impetuoso

que primero vino a este mundo

y cultivó el amor por todo

porque así mismo lo quiso Dios