Tensión Sexual
Part. I
Esa tensión sexual que desprenden nuestros cuerpos al mirarnos.
Nuestros labios hierven como lava a punto de hacer erupción.
Nuestras manos enloquecidas por tocarnos; mis piernas se van debilitando ante tu desnudez.
No sabes cómo deseo que mis manos recorran cada centímetro de tu piel, que mis besos y caricias te hagan implorarme de beber de tu fuente… esa fuente que emana un río de infinitas emociones.
Quiero saber que secretos esconde tu sexo ardiente de placer; invadir tu intimidad y ser la causante de tus suspiros mientras mis dedos pasean por el delicioso calor de tu clítoris.
¡Qué rico! Tus pechos los siento endurecer ante mi dulce tacto; mi boca babea por esos pezones rosados… incitándome a devorarlos.
Te tumbo y abres tus piernas al deleite de mis ojos, sin pudor y sin vergüenza; gozo de tu brillo salir como aguas termales; con fuerza, con calor, esperando a beber de ella. Esperando a ser domada por mi lengua y en tus ojos lo puedo notar; esa mirada penetrante diciéndome: ¡cógeme y hazme tuya!
Me encanta como tiemblas y te rindes al deseo carnal de sentirte deseada.
Montarme en ti y entrelazarme en tu silueta, que solo tu alma me sienta y tu cuerpo se sienta celoso.
Moviéndonos con frenesís, siento como tu humedad se torna contagiosa a la mía, mientras mis manos se entrelazan con fuerza sobre tu cabello y escucho el jadeo salir de tus labios por el deseo consumado.
Orgasmo de Amor
Part. II
¡Ven, querida! Te invito a saciar la sed de nuestros sexos hasta ahogarnos en la suave melodía de tus gemidos, que la habitación espera extasiarse de tu desnudez.
¡Ven, mi amor! Hagamos estallar el universo, no tengamos miedo a quedar en la nada, pues la nada del orgasmo de nuestras vaginas me resurge al nuevo mundo lleno de esperanza.
¡Ven querida! Regálame tu amor, ese amor que gritan tus ojos al devorarte sin cautela, ese amor que arde en mi espalda al clavar tus uñas, ese amor que gime de tus labios cuando entro en ti y suplicas ante mi mirada llena de placer: “Jódeme”.
¡Vamos amor! Regálame ese orgasmo tan deseado por mí, ese orgasmo que libera nuestras almas aprisionadas por nuestro propio egoísmo, ese orgasmo que escandaliza nuestros sentidos, silencia nuestras mentes y une nuestras almas en una sola mirada llena de amor… ¿amor? ¿Hicimos el amor?
¿Terminamos siendo polvo de estrellas?
¿Nos regalamos el universo?
Sí, te hice mía, nos hicimos nuestras, el universo nos pertenece, amor, tú me perteneces, tu alma me pertenece, tu sexo me pertenece, te pertenezco… hasta que la Luna reclame nuestras almas y nos sigamos amando en la eternidad de nuestros orgasmos llenos de amor.
-Wilmarys_Torrelles.