Quiero ya un beso de tu boca, mi amada
que me calme los antojos y mis males,
quiero un beso que me saque de la nada
y gozar de las proezas más carnales.
Quiero un roce que me dirija los pasos:
Los que ya añoro de ensueños y durezas,
quiero un roce que agilice mis destrezas
y me saque de las penas y fracasos.
Quiero probar en tus labios, qué se siente;
quiero que ya me implores y me suspires:
Que te excite la vanidad de la gente,
que te llene de tristeza lo que mires.
La fórmula que derroche tus cantares
y te colme de elogios por tu almohada;
que te abracen las caricias y pesares,
y te ignoren la visión de tu mirada.
Quiero un grito de tus labios en los míos
que se recorran por mi piel encendida;
tú, por un sueño reinarás en mi vida
y yo cruelmente vengaré desafíos.
Samuel Dixon©® [16/10/2021]