El viento sopla a favor
de destinos insondables;
con puertos no imaginables,
que dicen... causan pavor.
Mas a pesar de la intriga
y el peligro que me espera,
voy a ti, arcana quimera,
pese a que nadie me obliga.
No habrá rayos ni centellas
que me quiten la ilusión,
o fuercen mi decisión
de insistir en dejar huellas.
Para mi no es nada trágico
pues en todo pongo garras;
y ya presto, suelto amarras
para cruzar el mar Jónico.
Y de allí a las islas griegas
para encontrar un amor,
que me retorne el primor
que me robaron las meigas.
Así doy rumbo a mi nave
que quiere marcar estelas,
con el viento entre sus velas
como las alas de un ave...
que ambiciosa de tu esencia
intentará conquistarte,
después de tanto soñarte
e invocar por tu presencia.
Y así empezar a empaparme
en las aguas de tus olas,
mientras cantan caracolas
porque no dejes de amarme.
Jorge Horacio Richino
Copyright
16-10-2021