En una casa antigua
... de espacios grandes,
habitaban \"los viejos\":
los abuelos... padre y madre;
con sus últimos hijos,
su perro y su loro,
allí abundaba el amor
... aunque escaseaba el oro.
Cada ocho días
... como bella rutina,
asistían sus hijos
... con sus niños y niñas;
a buscar el arrullo
que brindaban los viejos,
a escuchar las historias,
a revivir los recuerdos.
Los viejos recibían
el calor de sus nietos,
y los pequeños aprendían
bellos sentimientos.
Los niños dejaban el amor,
sus risas, su ternura;
y todos olvidaban
allí... sus amarguras.
Pero todo se termina,
cual ilusiones perdidas;
se acabaron esas casas,
¡se murieron esas vidas!
Y una tarde fría
... de un mes de noviembre,
¡los viejos cerraron
su hogar para siempre!
xE.C.