Anhelando mi muerte sigo en pie;
luchando contra la corriente, vivo el ayer;
viviendo mi vida, extrañando lo que no fue.
Agonizando en este día, renegando por serme fiel.
Nada siento, toda cuelga de un peldaño;
bastones momentáneos, abrazos extraños;
tengo lo que me falta, ausencia de ti.
Tengo lo que me sobra, que ayer perdí.
Creí que el mundo era como se cree;
viviendo a menudo, lo que jamás fue;
tristeza cuan si fuera agonía.
Suicidio cuan si fuera alegría.
Amores utópicos, amores exóticos;
cariños de todos, cariños de nadie;
soledad que me ahoga, entre penas y verdades.
Como alegrías que jamás llegan, nunca hubo alguien.
Ilusiones cuelgan de un hilo trenzado;
hilo llamado futuro sin pasado;
fantasías que se derrumban.
En las paredes de lo que nadie alumbra.
Algo loco, algo raro; así le dicen a este extraño;
véanlo de lejos, muriendo por las sombras.
Donde nadie lo mira, donde nadie lo nombra.
Olvido que has de olvidar mi presencia,
mi ausencia ya nada ha de quedar;
recuerda lo olvidado para nunca pensarme
y ni siquiera volverme a extrañar.