La gente es joven
viven el terciopelo nocturno.
Yo mezclo insensatamente
porciones de un gintonic crepuscular,
mi innata tendencia a irme
por las ramas.
Sueño con derrotas de damas,
con vacilantes luces y con un mapa
que me oriente; la verdad
es una copa obligada en un bar
y esa razón de las mujeres
para defenestrar nuestros argumentos
más fúnebres.
La belleza quedó aislada
cuando un tropel de zombis
entró de repente y sitúo sus banderolas
y gallardetes, sobre sus rodillas
machacadas.
Ya no hubo posibilidad ni radio
de acción, quedó eso sí, el silencio.
Un mapa diverso por las escalinatas
de los edificios y bloques viejos-.
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