Dos hermanas, dos bellezas
esparcían delicadeza
bondad y el amor filial
allá en su Cabañas natal.
Una del pueblo su reina,
la otra, reina mi corazón
ambas señoras tiernas,
les canto con emoción.
Sus cabellos de otro color,
pero guardan el mismo rubor
que el sol del suelo patrio,
sus mejillas acarició.
Las dos amorosas madres
y las quiero por igual
van cruzando los mares
para su encuentro anual.
Las unen tantos recuerdos
de su infancia y juventud
a pesar que viven lejos
y las separa una multitud.
Cada año, abrazan la familia
degustan las quesadillas,
recuerdo de mamá María
su madre que les amó.
©Mirna Lissett Carranza