Ya recibiste, tu porción de pastel.
¿Y no te has dado cuenta…?
¡Disfrútalo! Sin afanes…
Saboréalo, lentamente…
…No ingieras de largo,
Cada mordida… ¡es única!
Aunque el pastel, sea el mismo,
Cada vez que lo pruebes;
Será una sensación diferente.
Te dejará, inolvidables recuerdos.
¿Sabes que es; espejada?
Que tu alma se refleja en ella,
Porque proviene de Dios.
De ti depende, su belleza.
La belleza de su cubierta.
¿Cómo quieres sentir su sabor…?
¿acaso intentas, catar un sabor alegre?
¿Con una boca, lúgubre?
La dulzura hostiga. Sin el sabor amargo.
Sin el áspero sabor… No hay alegría.
…Y me preguntas… ¿Dónde está el ponqué…
¿Qué esperaban…?
¿Tus ojos yertos, mirando el reloj?
Tal vez servido, en fugaz bandeja.
Deleitando, pasajeramente, tu vientre.
De la pequeña porción, que te hablo,
Guardarás su sabor, en tus recuerdos,
Que morarán por siempre en tu corazón,
El resto de tus días.
Esa pequeña porción, se llama;
Vida.