Hugo Emilio Ocanto

*** Te alejaste *** - Parte 1 - - Monólogo - - GUIÓN TEATRAL - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Siendo consciente del mal

que me hacías, te alejaste

de mi vida.

Nos conocimos en una estación

de ómnibus.

Tú venías desde el Chaco.

Pobre, triste, huraña...

Sin conocer nada de esta gran

urbe, la cual te llevó 

a la perdición moral.

Estaba esperando yo

la llegada de mis padres,

los cuales llegaban

desde Entre Ríos.

Tú estabas sentada en un banco,

solitaria y con el rostro desencajado.

A los treinta minutos de conocerte,

fue la llegada de mis padres,

así que yo me senté al lado tuyo...

Estabas  muy humildemente vestida.

y tenías un  pequeño bolso 

sucio, manchado.

Entablé un diálogo contigo,

preguntándote de dónde  venías.

No tenías trabajo.Ibas a dedicarte a buscarlo.

 Te invité a desayunar.

Aceptaste. Me comentaste que

tenías la intención de colocarte

en alguna casa como empleada doméstica.

Me hiciste la confidencia de que

tu padrastro te maltrataba

a ti y a tu madre...

Que ya no aguantabas más

aquella vida de miseria

y malos tratos....

y  decidiste venir a Capital Federal...

Que conocías Buenos Aires por referencia

y por imágenes de la televisión.

Que te encantaba cantar y bailar.

Que tenías la intención que

algún día lograrías llegar a

presentarte ante el público.

\"Es un sueño loco lo mío\",

me dijiste. Te alenté diciéndote

que tal vez tuvieses suerte y

que se cumpliría tu sueño.

Pasaron los minutos muy rápidamente.

Llegaron mis padres.

Venían de visitar a la familia

de un tío mío, hermano de mamá.

Se los veía muy contentos

y de muy buen humor.

Mi madre me daba abrazos y besos

como si hiciese meses que no la veía,

y hacía solamente una semana

que habían partido.

Te presenté a mis padres.

Les comenté algo de lo que tú

me habías relatado.

Mi madre congració contigo,

y te sugirió que vinieses a casa

a instalarte con  nosotros,

así de paso le dabas una mano

en los quehaceres.

Tú aceptaste encantada,

y tu rostro cambió totalmente

de expresión. Súbitamente se

te veía más joven y bella.

En realidad, yo ya había

descubierto tu belleza.

Ni bien te conocí.            CONTINUARÁ

 

Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 12/12/2012)

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