El amor, es como un Ferrari
Veo algo rojo, podría ser sangre
Quizás un Ferrari, o el cabello de una mujer que vuela con el viento
En vez de mariposas, me hace sentir un enjambre
De algo estoy seguro, lo rojo, está en movimiento
Siento abejas, dentro mío, y siento hambre
El rojo es peligro, y le temo a lo que me enfrento
¿Hace cuanto no cómo? Empiezo a sentir un calambre
Dolor en el estómago, y en el pecho, es otra vez ese viejo sentimiento
Expreso con mi último aliento…
Yo…
Lo siento…
Es rojo, es elegante, y con curvas hermosas
Eres demasiado, es imposible tenerte, estas lejos de mi alcance
Te observo de lejos, carrocería deportiva, mirada furiosa
Veo al dueño, lo envidio, hace que una lagrima por mi mejilla avance
Las lagrimas aumentan, y cubro mi cara con mi mano temblorosa
Jamás podre tenerte, no importa cuanto trabaje, ni cuanto me esperance
Me alejo del lugar, con pisadas silenciosas
Arrastando al caminar, la pena más dolorosa ¿codiciosa o de romance?
Comparemos el amor, con un Ferrari, y dejémonos llevar
Son difíciles de tener, y a veces, hasta raros de hallar
Ambos son hermosos, te enamoran completamente
Pueden ser rojos, color pasión, que llama la atención de la gente
Pueden ser azules, fríos pero estables, con presencia evidente
Pueden ser amarillos, expresando alegría al pasar
O blancos, puros, algo con lo que todos quieren soñar
Una neblina dificulta mi vista, y me comienza a cegar...
Veo borroso frente a mí, algo que me acaba de cautivar...
Es rojo, me emociona, y pienso: Contigo, quiero soñar
Me he motivado, voy a tenerte, o al menos, lo voy a intentar
Porque sin darme cuenta, sin idearlo, me comenzaste a gustar
Estoy ansioso por tenerte, mentalmente, me debo preparar
Eres potente, como serpiente, que atacaría sin dudar
Suavemente, voy a amarte, amor ardiente, te voy a brindar
Seriamente, te lo juro, eternamente, te voy a amar
Previamente, un insolente, te ha comenzado a lastimar
Es evidente, voy a amarte, secretamente, pues no me vas a aceptar
Tristemente, insuficiente, es mi existencia, así que debo marchar
Diariamente, inevitablemente, en ti voy a pensar, y te voy a desear
Eres un Ferrari, muy potente, no te puedo alcanzar, y mucho menos, adelantar
La neblina se dispersa, veo claro, veo mejor
Veo lo rojo, me sorprendo, y lo tomo con humor
No es un Ferrari, por fin te alcanzo, lleno de sudor
Te doy la vuelta ¿Por qué temiste?
¿Por qué corriste?
Eres lo mas lindo que existe, y para aclarárselo al lector
No eras un Ferrari, eras mi amor…