Cayeron en ti dos gotas
pintadas color de cielo
que vieron pasar gaviotas
alzando su alegre vuelo.
Las gotas muy cristalinas
se posaron en tu cara
con miradas tan genuinas
como luz en agua clara.
Con tus manos labradoras
triunfadoras en el campo
trabajando muchas horas
con entrega y sin escampo.
Y fuiste a tierras lejanas
volando como un jilguero
sobre muchas tierras llanas
soportando el aguacero.
Volaste por las montañas
sin desmayo en el intento
rompiendo las telarañas
y en contra del mismo viento.
Así ha sido tu camino
regado con tus sudores
labrando el propio destino
con pesares y dolores.
Y los años van volando
con tristezas y alegrías
y la piel se va surcando
al pasar de nuestros días.
Después de labrar la tierra
las siembras dan sus tributos,
crecen flores en la sierra
y en tus manos tienes frutos.
Felices sean los años
que han abonado la vida
sumando hoy un cumpleaños
¡Le damos la bienvenida!