Hay un grupo muy grande entre los que me incluyo,
que hemos tenido una discapacidad no excluyente,
pero si limitativa y poco reconocida,
que hemos sufrido de prejuicio y juicio previo.
Todos los que estamos en este grupo,
nadie reconocerá hoy en día que sean discriminados,
pero todos los que un pequeño impedimento o una tara tenemos,
luchamos porque no se nos note y contra el absentismo.
Igual que las mujeres sufren prejuicios injustos,
que van a trabajar menos por tener hijos,
los discapacitados a los que yo llamo livianos,
antes de conocernos prejuzgan que seremos blandos.
Yo hace ya 23 años,
después de pasar un duro proceso,
el banco que me contrato ante mi examen médico,
le entró el miedo y el prejuicio y castigo injusto.
Yo ya no estoy en ese banco,
estoy en otro, y mi nivel de absentismo,
es paupérrimo, muy por debajo del medio mínimo,
he ido a trabajar hasta medio muerto.
Los prejuicios hacia las mujeres, hacia los discapacitados,
son terriblemente dolorosos e injustos,
hay mujeres que son líderes extraordinarios,
y hay discapacitados con un nivel de productividad altísimos.
Pero la sociedad sigue prevaleciendo,
determinados grupos teóricamente llamados,
a ser los grandes y extraordinarios,
los prejuicios son insultos a la lucha de auténticos obreros.🤔