Noche, violenta trenza,
opaca luz, de tiniebla envuelta.
Busca, lejos de la belleza,
la virulencia exacta, inédita,
los golpes de la materia, ofrecidos
en santificados portalones
que van a dar a la miseria.
Crucificados, los propietarios,
abandonan, sucumben al fracaso:
horas desoladas apenas les esperan.
Noche, violenta trenza, desesperada
cumbre, de ferocidad extrema,
dan miedo tus ojos, que todo lo observan-.
©