Hoy, los silencios
son pétalos cortados
de algún otoño.
Vida que pasa,
veranos que marchitan
en el recuerdo.
Profundas notas
de hermosas primavera
ya en el olvido.
Y mientras tanto
prosiguen los silencios
y los suspiros.
Es como bruma
que aleja los sentidos
de la vivencia.
Pero se notan
las rosas desgajadas
de algún jardín.
Y es que el silencio
también afecta al alma
en su poema.
Esos latidos
que mezcla con caricias
entre sus letras.
Y esos dictados
que el mundo le interrumpe
con sus silencios.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/21