Kabrillo.

que te admiran.

Te soñé como casi siempre. 

Desperté recordando que ambos anhelamos conocer Madrid.

No te he perdido, sé en donde estás y te sé pleno.

Me gusta amanecer pensando que quieres, que sientes, que te aman, que te admiran, que te respetan.

Me gusta amanecer con mis almohadas y ya; casi siempre.

Algún día estaremos compartiendo el espacio y el oxígeno cara a cara de nuevo y nos amaremos como casi siempre.

Vivir entre la línea divisora de que los sueños son evidencia del anhelo ajeno y/o una muestra de lo que escondemos en el cerebro.

Entonces casi siempre deseo seas realidad.

Otra vez me sorprendí soñando, despierto.