Bambú

OCTUBRE Y PAPÁ

Miro a este hombre, mi hombre, mientras duerme...
duerme igual que  su madre -pienso-
la misma extraña postura...
Entonces caigo en la cuenta de la mía,
es igual que la que tenía mi padre
aquella triste mañana en que apagué
para siempre su maquinita de suero...
verlo así transmitía una inmensa paz
y calmó mi angustia de meses
y mi enemistad con la vida
cuando se empeña en agarrarse al sufriente,

cuando nos paraliza
produciendo un gran atasco de  tristezas.
Pienso...
si se hereda el modo de andar,
la postura al dormir...,
¿se hereda también el modo de morir?
Porque yo también quiero morir así,

en paz,



durmiendo.

(Que su paz mitigue nuestra tristeza y su ausencia)