Quien la miseria ignora,
miserable es;
y el alma detractora,
lame los pies.
Quien blasfema la historia,
ignorante es;
queriendo la victoria,
ofrece mies.
Quien con alma perversa,
siempre lo ves;
seguro tergiversa,
como un burgués.
Y al lleno de maldad
siempre prevés;
pero con la verdad,
das un revés.
Y siempre habrá un mañana,
quizá un después;
la virtud siempre emana,
amor exprés.