Desde la distancia camino entre sombras,
es la misma bruma que el tiempo dejó,
busco la silueta de ese ángel bueno,
mi ángel de la guarda tan lejos...quedó.
A veces cuando pasa que aflora mi nostalgia,
escucho aquella risa de ese viejo amor,
entonces me transporto a esos lindos días,
que todo era jolgorio y ausente…el dolor.
Tengo tantas cosas que guardo de ella,
la inocencia pura que me regaló,
sus manos de seda, sus límpidos ojos
y ese amor profundo todo...me lo dio.
Después como siempre el tiempo,
pasa arrasando sueños y no tiene piedad,
el camino es largo y duro, no hay poesía;
nos muestra el destino que eso...es verdad.
Pero lo he vivido y hoy puedo contarlo,
son bellos momentos que en mí han de estar,
en el cofre grande, el de los recuerdos,
están bien guardados y nunca…se irán.
Hoy que llevo a cuestas algunos años,
pienso tantas veces si pudiese ser,
que entre tanta gente aparezca un día
mi ángel de la guarda y que el hoy...fuese ayer.