Romey

Tristezas en yovizna

Ya preparado el concilio cavilo, me vacío de sinsentidos y recibo este regalo primero, luego un abrazo sincero, esperando tiempo agachado junto al fuego, ruge la noche debajo, luces en los infiernos privados, y serios punto de red donde concibo un hijo inteligente, que crece en seriedad, lo hace siempre y mas despues de despertar a la misma realidad de ayer, porque quiere atender el curso de los acontecimientos, pero también esto es bueno en su inconsciente consecuencia, me evoca a aqueyas veladas de aterdecer violeta, cuando el vino con dedos de rosa nos rozaba los sentidos como el vuelo de las mariposas que ahora sigo a media hora, y todo extremo, maestros en la forma y en el fondo, yo remiendo, descoso, cierro el foso o me meto a la sombra, ahí yoro o no, si solo cae una gota ígnea de mi alma afligida, y a otro prisma, las alturas vertiginosas mientras se precipitan, es amor, no hay duda, en los ojos la Luna, el Sol en los pasos y elevación al espacio exterior adentro de mi corazón desbocado, conversando ademas con los extraños, entrañables nadies, despojados de toda maldad haciendo sus travesuras, seguramente se reirán la brujas al bailar en el aquelarre saturnal para que la gente se ame más, ojalá sea de una vez la verdad y de aparentar basta

Exquisita inquisitiva la lujuria juega su partida, yo aparte por la prosperidad de mi familia, que es toda la flora y fauna, generalmente la vida propia de la tierra bendita, que hoy quiero briyar haciéndoos felices, daros amor y reírme de lo triste y que ya se termine