juanestrada

Llueve

Llueve en los

parques vacíos

como en remotos

patios olvidados.

 

Llueve del otro lado

y el agua persistente

construye la confusa

metáfora de esta tarde.

 

Nadie en la plaza,

nadie en el vasto

zaguán de las calles;

nadie sino

la ilusoria esperanza

de recuperar,

al menos,

las borrosas imágenes

de mis innumerables naufragios.