Entre libros se guarda un lamento
procurando no sucumbir a la desdicha.
Son como torres de paja
que guardan memorias lejanas.
En sus estancias me encuentro tu sonrisa
y recuerdo que tus labios son mi hábitat natural.
En ellos tengo mis esperanzas y anhelos
y desespero por la idea de su pronta huida.
Un brillo, una estrella,
un cielo, un universo
no bastaran para abandonar mi justa.
Mi yo desnudo contra tu coraza de hierro escarlata.