Simples como monedas
Somos simples, simples como monedas.
De diferentes valores, que vienen y van,
pero que no son eternas.
Simples como aquel pedazo de metal,
que una vez que se va
ansiamos por que vuelva.
Guardadas en un bolsillo
o en un pedazo de cuero,
siendo cuidadas en todo momento.
¿Quién no quisiera al menos una moneda?
Somos simples, simples como monedas
que cambian de valor dependiendo
del lugar al que vuelan.
Siendo simples en el tiempo,
sin ser eternas, siendo de alguien
y de nadie al mismo tiempo.
Somos simples, simples como monedas
que van de mano en mano,
perdidas en el camino y encontrados en el mismo.
Somos simples, simples como monedas
de las que muchas veces la gente cree
que no pude vivir sin ellas.