Hasta que se perdió…
No duró lo que dura
el amor recién nacido.
No le sirvió el “Calostro”
Que cual Madre atenta le unté en los labios
En sus labios hambrientos
Le di otro alimento
Uno muy pesado y de difícil digestión.
Inauguré su escuálido “buche”
Con mentiras de las que se creen apenas se cuentan.
Forcé su oído y su débil corazón
A una sórdida e inclemente alimentación.
Hoy estará llorando.
Sobre sus lomos con aperos livianos
Tratará de amarrar solo
El recuerdo bueno.
De seguro que necesitará
Bridas muy cortas para atar todo el bagaje.
Hoy a esta hora estará
Diseñando el frontispicio
De su última decepción
Para que no le agarre de sorpresa
Para que sus lágrimas alcancen para derramar.
Pero no le volverá a creer a la vida.
Eso si es un daño.
Mis arrepentimientos no le servirán de nada
Eso si es inútil
Y cuando al correr de los años
Cuando los ríos suelen pasar bajo los puentes
Cuando las corrientes se cuentan por días y por años
Se que terminará su vida
En cualquier rincón florido,
Bajo una colgante maseta
De brillantes helechos,
Mirará sobre sus hombres caídos,
Volteará su mentón
Hacia el funeral del sol
En la tarde menguante
Y no recordará tiempos felices
Ni mucho menos de recuerdos suplicantes,
Ni se hará acompañar
De fotos en pareja, ni crucifijos
Entregados bajo promesas de regreso.
No conservará pañuelos que acariciaron
Pupilas aguadas en los andenes de la vida
Mientras los amantes compraban
Solo pasajes en trenes sin regreso solo de idas.
Quién sabe dónde posarán mis huesos
A dónde alguien cobrará mi engaño
En que pueblo abandonado
Se cubrirá mi mármol de humus
Y de hollín
La patena con mi nombre señalará
Una mentira como se acostumbra en los epitafios
Ojala alguien se le ocurra
En medio de un panegírico de pocas líneas
Decir que los huesos que ese día
La tierra inocente acogerá,
mancharán a la inocente Gea al recibir en su seno
Al gusano devorador que raudo
Se convierte en husmo presuroso
Que con esplín telúrico
Seguirá infectando al Adám morboso……
Francisco Barreto