soñé que te desangrabas frente a mí,
me implorabas que te dejara morir.
tan frágil yacía tu cuerpo en el desierto,
que no te reconocí.
nos ahogaba el silencio
pero en tus ojos vi proyectada la historia que nos reunía.
y me di cuenta que el dolor nos unía
mucho más que el amor.
creó un vínculo más profundo,
más desgarrador.
me paralicé,
me invadió el terror.
no hice más que presenciar tu último suspiro agonizante.
seguramente éramos amantes en otra vida.
tus cenizas se clavaron en mí como espinas.
sufriste demasiado,
lo sé...
no merecías ser abandonado.
me arrepentí de haberte lastimado,
a gritos te pedí perdón
pero la tempestiva niebla me interrumpió
y tuve que dejarte ir.
te obedecí,
te dejé morir.