Suenan aplausos.
Los cielos se despiertan.
¡Es la tormenta!
Así comienza
el juego de los bolos
entre las nubes.
Bajo los cielos
comienzan las jugadas
y los emboques.
Hombres y niños
contemplan asombrados
este espectáculo.
Luces dispersas
que rasgan y estremecen
muchas pupilas.
Luego el estruendo
del trueno y los suspiros
tan rimbombantes.
Hasta el silencio
parece que congela
los corazones.
Pero prosiguen
su ritmo los latidos
de hombres y niños.
Ellos soportan
el juego de los dioses
con cierto miedo.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/07/21