¿Que hay de inefable en tú aliento?
si a recónditas navegas por las negras aguas, y sus temibles orillas
con tús vivos y particulares siniestros lamentos
tús anhelos
vuelos de aves mugrientas
con excelsa sed de violencia
atentan al contrario del buen encuentro
que atesora compostaje para el corazón trashumante
un tanto dócil y hambriento
sin carácter dominante
pero que suculento
embebe licores amargos
no en pequeñas dosis
sino que litros a cientos
para apagar dolores de encargo
que lo levantan de su asiento
le falta vivir la paciencia
y activar el sensor que de inmediato
te aporta y dota de resilencia
animándonos a todos por ratos
con la virtud de seguir con clamor
a ver si fecundan experiencias
de las que permiten andar con vigor
en la vida, en cada contienda