Este cuarto viejo
de cuatro paredes
de colores tristes
y de pisos gastados
será como la vieja calle
que da al viejo cementerio
a donde me han de llevar
algún día, mis seres amados
Cementerio amargo
donde es triste vernos
usando vestiduras
fantasmal blanca
y así todos nos vamos
en el más allá conociendo
como almas pasajeras
que vienen y pasan.
En vano, como niño
que cuida su tesoro,
que por miedo a perderlo
vamos y lo ocultamos,
pero luego nos descubren
sus ojos lindos de oro
emperatriz divina, se roba
la vida que mucho cuidamos.