Eres parte de todo
y tu suma da la nada,
eres el cielo y la luna
y la mitad de mi jornada.
Eres el sueño y la fiebre,
piel tibia porcelana,
eres la noche que huye
por las abiertas ventanas.
Y siempre puebla my lecho
de aromas y agua clara,
humedeciendo mis horas
y la vida que ya escapa.
Eres estrella entre sombras
fruta madura y lejana,
el día que muerda tus carnes
no tendrá quieta mañana.