Decía el pensador Bertolt, que las personas que luchan un día son buenas,
que las personas mejores luchan un año,
las muy buenas luchan muchos años,
y los imprescindibles son los que luchan toda la vida.
Ser imprescindible es ser una persona confiable,
si por confiable se entiende alguien polivalente,
alguien mutante, absorbente y no manejable,
con un criterio de los templarios,
no sobornable en todo y en el amplio sentido.
Ser imprescindible es tener de todo el mundo tu propio criterio,
es decir solo con muy amplio autoconocimento de algo tener tu sesgo,
de la mayoría de la gente no atreverse, a tenerlo,
no hay nada peor que acepta la crítica ajena como principio.
Ser imprescindible es ser diferente,
es tener o aportar una visión paralela o distinta,
a la mayoría, buscar otra visión, otro prisma,
es lo opuesto al maquiavélico y al resultadista.
Imprescindibles son los que buscan continuas dudas,
los que evolucionan sus teorías y sus alas,
los que no esperan nada de nadie, son un poco autómatas,
si se entienden personas que se adaptan a diferentes atmósferas.
Imprescindible es el que lucha cuando puede,
o se retira con un ademán y una sonrisa no hiriente,
es diplomático e inteligente, aprende,
de la caída y del fracaso, y del pasado no se arrepiente.
Imprescindible es el que solo se rinde cuando muere,
el que apoya y es amigo de los impopulares y los débiles,
el enemigo de los arritmicos superficiales,
el que si no queda otro remedio lucha y muere.🤔