Texi

Relato

La vi de lejos, allí estaba, con sus rámas casi sin hojas, la mayoría con los colores del otoño. Habia que bájar, por una gran pendiente, para poder llegar, hasta la vaguada, dónde se encontraba. Lo conseguí, aunqué para ello tuve que arrastrar mis posaderas,por miedo a caerme y bajar rodando ladera abajo.

Cuando por fin llegue hasta ella. Comprobé, que  algunas, de sus retorcidas ramas.Llegaban casi al suelo y fui trepando por ellas. Para poder acceder a las mas altas.

Pues era allí  dónde  se encontraban, sus únicos frutos. Unas brevas negras y hermosas, que prometían, se un placer para el paladar.

Una vez llegue, a la rama mas alta.

Parecía como si las brevas, hubieran desaparecido,por arte de magia.

Ya me disponía a descender del árbol.

Cuando las vi de nuevo. Tuve que hacer algunas maniobras, pero por fin lo conseguí,  eran seis, casi del tamaño de un puño y en su justo grado de maduración.

Las fui degustando, alli mismo y cuándo terminé, descendi, una vez llegué al suelo le di las gracias a la higuera y la abracé.