Mauro Enrique Lopez Z.

Una pradera

Tengo una pradera inmensa para sembrarte pensamientos hermosos y tú estés dichosa; que este hombre sencillo te sembró amor para ti si te faltará el agua tendré un lago de sentimientos bellos para que tú bebas, el cariño inmenso que yo guardo para vos ese sol radiante que te llegará día a día y te sientas feliz por las noches; en esa casita viendo las estrellas o la luna bella y sentirlo feliz dónde viviremos los dos hasta la vejez con mucho amor.