Es necesaria auténtica paciencia,
mucha fuerza, cabal tranquilidad
para confrontar la realidad,
y poder superar una dolencia;
el saber soportar cualquier carencia
con gran sabiduría y gran verdad,
solicitud y gran serenidad
para poder actuar con gran conciencia;
es el poder vencer con fortaleza,
con firme resiliencia y corazón
sin jamás desmayar, sentirse presa
de ese infausto destino o reacción;
que nuestra mente esté siempre dispuesta,
a otorgar cabalmente ese perdón...