La luna me ha sacado los ojos
yo participo de las sangrías elementales
de los escupitajos cenitales y demás materias
pero la luna me ha sacado los ojos
tristemente hermosos derruidos como un cíclope
en mitad de la alabanza se prostituyen los símbolos
asumo que me costará olvidar su presencia
y que las cuencas desorbitadas, acumulen polvo
y herrumbre.
Y es que la luna me ha sacado los ojos
escribiendo sus tatuajes sobre mi piel de academia
sobre mi futuro redimido en parcelas de sangre
donde el garabato une sus manos y la firma fluye
como un hilo donde se encuentran pasado y presente.
Mostrándome su perdón de obsidiana y su canción
uniforme. De verde me visitó, cerca de los barracones.
Donde el gallo obtiene sus prebendas. Y seco
el miedo, donde antes hubo ojos-.
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