La vereda que lleva a ti
cruza la tarde desnuda,
por dónde se perdió el alba
y quedó colgada tu blusa.
El yunque del amanecer
canta sus notas húmedas,
y en remanso de luna
la noche mece su cuna.
Ya vendrá el sol con su canto
en un vuelo de ala y pluma,
a despertar los luceros
con suaves besos de espuma.
La vereda que lleva a ti
surca colinas oscuras,
por dónde huyen las sombras
y el agua ahonda y susurra.