Aquella oscura noche, larga y fría,
testigo silenciosa en la aflicción,
insomne fue esperando al nuevo día, sufría el alma triste decepción.
Llegó en el viento vieja melodía,
acordes rememoran la canción,
que ayer cantaron juntos sin porfía,
y hoy deja confundida la razón.
Salobre, a las dos mejillas baña,
copiosa lluvia, llena de dolor,
que muestra la ilusión que se ha perdido.
Con toda la tristeza que la daña,
el alma no renuncia a lo vivido,
confía en el regreso de su amor.
.
Alma vas a renunciar,
hazme caso, soy Razón,
ven anima al corazón,
que no para de llorar.
Nada irás a reclamar,
aunque lo sientas posible.
Fue una relación creíble,
una historia bien hermosa.
Con la espina de una rosa,
el amor se hizo imposible.
Yo no quiero más reproche,
por la decisión tomada,
tú sigues enamorada,
yo, con tristeza en derroche.
Acompáñame esta noche,
esperemos otro día.
Aliadas y en armonía,
restañemos nuestra herida.
Comprendamos que la vida,
trae pena y alegría.