Soñando con vivir un mundo sin dolor,
tratando proteger, del mal la humanidad;
andamos por doquier cantando a la bondad,
queriendo combatir, el germen del terror.
Logramos percibir un poco de calor,
del que suele tener, virtudes de piedad;
¡soñando con vivir un mundo sin dolor;
tratando proteger, del mal la humanidad!
Se debe proseguir predicando el amor;
buscando recoger, los dones de equidad;
que logren detener la mísera impiedad,
que impida producir veneno destructor;
¡soñando con vivir un mundo sin dolor!
Autor: Aníbal Rodríguez.