En un destino prohibido
que penaliza el fútil juego
trasciende lo elemental de la vida
más allá del rígido ego
sentí ya tu amor perdido
y vendí mi corazón helado
al verter mi sudor en frío
se condensa mi ser cansado
En cierto sentido congrego
y abiertamente te pido
un perdón con mil testigos
que pueda agarrarse a tús dedos
pues es lo único que me llevo
al otro lado del nido
ya que sin tú amor, no sigo
y sin tú vida, no puedo
conquistarte, mi vida, de nuevo
sofisticada piel con alma
son años que sufrí sin calma
rompiendo las bazas del ego
Escaseaba la luz por el drama
pero hoy resurge itinerante
una actitud de almirante
y un atisbo de alianza
por la cual veo que avanza
mi corazón reprimido
con cierta base de esperanza
por redimir lo vivido