¡Vosotros, sentidos, creadores de la cruda realidad
portadores de un infinito catálogo de escenas!
¿Por qué elegís las más dramáticas,
las portadoras de las penas,
de las obligaciones que rechaza el ser,
del sufrimiento de un amor no correspondido,
simplemente, las del miedo a padecer?
¡Tú, tiempo! que te identificas con una dimensión,
que te escondes entre los sucesos,
eres simplemente, un contador de infinitos actos,
una invención para mantener viva la esperanza,
en nuevas elecciones, en un Edén intacto.
¡Tú, sueño, que eres el descanso de nuestros sentidos,
que siguiendo su inercia sigues reproduciendo,
en la pantalla, nuestras frustraciones,
y los complejos y traumas que los sentidos generan!
Controlemos nuestros sentidos para que elijan
cuadros agradables, donde el sufrimiento fallezca,
para que el tiempo cuente alegres escenas,
y el sueño deje de reproducir horribles secuencias.
José Antonio Artés