Porque te quiero me acusan.
Yo sabía que no podía amarte,
pero no haces más que llamarme
y mis sentidos me excusan.
-*-
Quisiera levantar una pared
para no verte nunca más.
Sé que, eso no sucederá jamás,
ya que yo muero por Usted.
-*-
Tengo tanto, tanto que decirte
y el tiempo vital no me alcanza.
¡Ah! pondré todo en la balanza
y, así sabré qué debo pedirte.
-*-
Qué te apartes de mi lado
y que más nunca me molestes.
¿Cómo haré para qué me detestes?
Ya entendí qué no te quiero a mi lado.
-*-
Por el temblor de la voz se te nota,
que tú, me has querido también.
Sin embargo, no podré decir amén,
ya que, este amor tuyo, me agota.
-*-
Sé que yo te amé y te quise mucho,
más de lo que se podría pensar.
¡Caray! Yo no sabía tanto del amar
y, aunque te ame, por ti, no lucho.
-*-
Ya, pronto sabrás, que he conocido
las mieles del amor en otros labios.
Veo que éste no tiene tantos resabios
y, para Él, nuestro amor es bienvenido.
-*-
¡No me dejaste amarte y menos sentirte;
estuve presa y hoy, tú tendrás que irte!