Es la música divina
la que me llena de amor
y me da la solución
para mejorar mi vida;
es la sanación que guía
hasta el aliento de Dios,
el mensaje que dejó
esa musa que me inspira;
la disfruto inmensamente
y acepto con placer
como todo lo convierte
en ungüento hecho de miel;
el maná que me mantiene
pleno de vida y de fe...