NIKOPOL

El palpitar del mundo dejo de sonar hace muchos años atrás…

… mas las noches son más oscuras de lo que uno hubiera imaginado. Los días son más largos de lo normal. El tiempo corre pero los segundos parecen eternos. Las personas deambulan sin sentido. Los caminos exhalan aires desconfiados. Las ventanas de las casas han sido cegadas pero las puertas se mantienen abiertas a lo desconocido. Caminamos con los ojos abiertos pero solo vemos avatares tras los cuales se ocultan las personas temerosas de ser dañadas. Los corazones se ocultan tras mascaras de poder confundiendo los sentimientos. En las ciudades se respira un aire sin aroma y en los campos se respira un ligero aroma a muerte. Hace mucho las aves dejaron de cantar. Los ríos se secaron y los mares inundaron las ciudades bajas. Los recuerdos se perdieron en el tiempo y los sueños se hicieron a un lado. La vida cotidiana se vino abajo pero la espontaneidad no se alzo. Las personas dejaron de cambiar, ya casi nada se diferencia. Los niños dejaron de jugar mientras que los ancianos se vuelven eternos. El palpitar del mundo dejo de sonar hace muchos años atrás…