Yo mismo
comencé a medir
la punta afilada de mi propio lápiz.
Instinto de los bufones
Que
Midiendo sus lenguas
Preservaban más tiempo su cabeza
Y aunque
la liberal hoja me recrimine
Que aún ahora voy omitiendo
actores importantes
Yo sólo le recuerdo
El mayor bemol de
Nuestro oficio