Tu tienes de los cielos esos dones
que marcan de las almas su destino;
y el tuyo fue cruzarte en mi camino
a darme de tu amor sus bendiciones.
Tu llenas mi existencia de emociones
que traen el color de lo divino;
envueltas con el nimbo cristalino
que portan los mas tiernos corazones.
¡Por eso te suplico vida mía
que nunca tu fulgor de mi se aparte;
que siempre y para siempre tu alegría
me sirva como fúlgido estandarte;
que abrigue de esperanza y de armonía
auroras de ilusión que quiero darte!
Autor: Aníbal Rodríguez.