JoseAn100

El poso de la tristeza.

 

 

Cuando la vida se va pasando,

un cierto poso de amargura y tristeza,

se va asentando y a veces quedando,

es necesario asentar si existe la pena.

 

Una ambición que poco a poco se diluye,

la salud, los vástagos, poco a poco la corroe,

se le ve menos sentido a la cúspide,

se le va más al que sufre, al que no se le ve.

 

Mucho tiempo, mucho esfuerzo,

en la base de la pirámide,

hace que seas más compañero,

más hermano del que sufre.

 

 

La perdida de la sensación de justicia,

aceptar ya la realidad cruenta,

ser consciente de una enorme brecha,

del afortunado, del que nace sin esperanza.

 

 

Todo esto te lleva a cierta empatía,

la escucha de la fragancia de la diferencia,

a analizar las causas de la melancolía, 

y a nunca prejuzgar el fracaso y la apatía.

 

Por suerte, el poso de la tristeza,

se edulcora con una mayor parsimonia,

una búsqueda continua de la risa,

y una conciencia de que la vida pasa y se saborea.