Yo siempre, siempre te pienso
y despiertas mis suspiros
y fomentas los delirios
que vivo cada momento;
y deliro porque quiero
esos labios cristalinos,
esos ojos infinitos,
esa magia de tu cuerpo;
eres ansia que no cesa,
ansiedad viva de amor,
dulce fuente que asemeja
un muy generoso sol
que ilumina y que llena,
de alegría mi corazón...